Las bodas en Sevilla tienen un encanto especial. La ciudad, con sus tradiciones, su arquitectura y su luz única, se convierte en el escenario perfecto para una historia de amor como la de Laura y Fran. En Foto Alba, hemos tenido el privilegio de acompañarles en uno de los días más importantes de su vida, capturando cada detalle, cada sonrisa y cada mirada. En este artículo te llevaremos de la mano a través de esta maravillosa boda, celebrada en dos lugares icónicos: la Iglesia de San Gonzalo en Triana y el Monasterio Monte Carmelo en Sanlúcar la Mayor.
La mañana comenzó con Fran, quien, acompañado de su familia, preparaba cada detalle antes del gran momento. Los nervios y la emoción se palpaban en el ambiente, pero también el amor y el apoyo incondicional de sus seres queridos. Como fotógrafo, es emocionante ser testigo de estos momentos íntimos, capturando gestos de complicidad y sonrisas espontáneas que reflejan los sentimientos a flor de piel.
Fran eligió un traje elegante de @Bernardo.Boutique, perfecto para la ocasión, que combinaba a la perfección con el estilo clásico de la ceremonia. En cada detalle, desde los accesorios hasta el ajuste del traje, se percibía su personalidad y el cuidado que puso en cada elección para este día tan especial.
Mientras tanto, Laura se encontraba en los apartamentos de “El Escondite de Triana”, un edificio con un auténtico patio sevillano, decorado con azulejos trianeros que evocan las raíces andaluzas. La luz natural que entraba desde las plantas superiores llenaba el espacio de un brillo cálido, creando un contraste perfecto para la sesión de fotos de sus preparativos.
Laura, radiante, se preparaba rodeada de sus seres queridos y del equipo de belleza: maquillaje y peluquería por @Perfumeria.Marta.Galan, y manicura de la mano de @Backstagecentrodebelleza. Para el gran día, eligió un vestido diseñado por @NICOLAS-COSTURA, que combinaba elegancia y tradición. Cada detalle, desde el tocado de @ojoschiribitas hasta los zapatos de @MissHonoluluShoes, formaban un conjunto armonioso que resaltaba su estilo y reflejaba su personalidad.
La Iglesia de San Gonzalo en Triana es uno de esos lugares que lleva consigo una carga emocional especial. Aquí es donde los caminos de Laura y Fran se encontraron oficialmente ante sus seres queridos. Como indica el protocolo, Fran fue el primero en llegar, acompañado del brazo de su madre, quien ejercía el papel de madrina con orgullo. La entrada de Fran fue sobria y emotiva, reflejando la importancia del momento.
Momentos después, Laura apareció junto a su padre, recorriendo el pasillo central bajo la mirada de todos los presentes. La emoción en el ambiente era palpable, y cada paso la acercaba más a su futuro esposo. Durante la ceremonia, se vivieron instantes llenos de alegría, miradas de complicidad y risas, que como fotógrafo tuve el honor de captar. En estos momentos, se crearon recuerdos imborrables que reflejaban la esencia de su relación.
Tras la ceremonia, la salida de la iglesia fue un estallido de felicidad, marcado por el tradicional rito del arroz y los abrazos de familiares y amigos. Con los corazones rebosantes de emoción, nos dirigimos al Monasterio Monte Carmelo en Sanlúcar la Mayor, un lugar de ensueño que ofrecía el escenario perfecto para una sesión de fotos al aire libre.
En los jardines del Monasterio, realizamos una breve sesión de fotos, capturando a la pareja en un entorno lleno de naturaleza y paz. La arquitectura del lugar, con sus muros históricos y jardines bien cuidados, añadió un toque de elegancia a cada imagen. Aquí, Laura y Fran se mostraron tal y como son: naturales, felices y enamorados.
La celebración continuó en el mismo monasterio, donde los invitados disfrutaron de un banquete ofrecido por @monasteriomontecarmelo, acompañado de música en vivo. La atmósfera se llenó de alegría y risas mientras todos celebraban “el día más feliz de sus vidas”. Para amenizar la velada, contaron con la música en directo de @enchufadosrock y la energía contagiosa del DJ @AndresmanzanaroPercussionLive, quienes lograron mantener a todos en pie hasta bien entrada la noche.
Para nosotros, como fotógrafos de bodas, fue un honor formar parte de la historia de Laura y Fran. Cada boda es única, y el privilegio de poder inmortalizar momentos tan personales y significativos es algo que valoramos profundamente. Gracias, Laura y Fran, por confiar en nosotros para capturar este capítulo tan especial de vuestras vidas.
Si estás buscando un reportaje de boda que refleje no solo las imágenes, sino también la emoción y el espíritu de tu historia, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. En Foto Alba, estamos aquí para ayudarte a hacer de tu boda un recuerdo eterno. Escríbenos y cuéntanos cómo quieres recordar tu gran día.
Un fotógrafo profesional de bodas tiene la misión de plasmar los recuerdos de quien confían en él y somo los responsables de preservar las memorias de quien confía en nosotros.